Conforme ha pasado el tiempo, muchos avances tecnológicos se han hecho evidentes a nivel mundial. Hoy en día, gracias a esto, tenemos computadoras, dispositivos móviles, incluso Internet, por medio del cual podemos encontrar entretenimiento (juegos en línea, videos, música), información para hacer un trabajo de la escuela, interactuar con nuestros amigos, familiares lejanos y compañeros laborales, entre otras cosas más. Sin embargo, nos podemos encontrar muchos riesgos al utilizar Internet y que pueden afectar tanto nuestra computadora como el temperamento, por ejemplo, ¿cuántas veces hemos visto mensajes extraños, publicitarios, molestos, sin sentido y a la vez llamativos en lugares como redes sociales, correo electrónico o grupos virtuales? En esta ocasión hablaremos de un tipo de riesgo relacionado a este tipo de situaciones y que cualquier usuario ha experimentado al menos una vez en su vida: el spam.
Este término hace referencia a todos aquellos mensajes no deseados o de remitentes desconocidos, generalmente de tipo publicitario y enviados masivamente que incomodan de una u otra forma al receptor. También se les conoce como mensajes basura.
Generalmente se transmite por correo electrónico, aunque a veces también se pueden presentar en grupos de noticias, motores de búsqueda, redes sociales, foros, blogs, a través de ventanas emergentes y todo tipo de imágenes y textos en Internet. Además, el tipo de contenido basura puede ser publicitario (anuncios de sitios web, fórmulas para ganar dinero fácilmente, productos milagro), así como mensajes escritos de manera repetida (masiva) con la finalidad de incrementar la popularidad en línea del usuario que envía spam.
Algunos usuarios logran difundir spam en Internet siguiendo estos simples pasos:
- Obteniendo direcciones de correo electrónico a través de robots o programas automáticos que recorren Internet en busca de ellos, por medio de compra de bases de datos o técnicas conocidas como DHA (Directory Harvest Attack).
- Verificando la recepción del spam cuando los usuarios piden dejar de recibir correos del remitente actual.
Afortunadamente, existen algunas recomendaciones que podemos utilizar para evitar el spam:
- Usar correos electrónicos para diferentes fines: para el trabajo, uso personal y un tercero destinado para recibir contenidos masivos.
- Eliminar contenidos inadecuados en foros o blogs, no escribir direcciones de correos electrónicos en ellos.
- No contribuir a los mensajes “en cadena” (aquellos que acumulan direcciones de correos electrónicos cuando son respondidos o reenviados a varios usuarios), y si es necesario hacer esto, se recomienda enviar mensajes por medio de copia oculta (CCO).
- Nunca responder a los mensajes spam, porque le da la certeza al remitente de spam de que la dirección de correo electrónico destinatario está activa.
El spam no es el único riesgo que podemos encontrar al utilizar Internet, por lo que tenemos que tomar precauciones cada vez más. Se trata de un problema que va en aumento conforme pasa el tiempo, y quienes difunden spam desarrollan técnicas más efectivas de manera que es imposible evitar la recepción de mensajes basura, así como otros daños que se puedan derivar.
Lo que podemos hacer como usuarios de computadoras es informarnos sobre los distintos riesgos que podemos experimentar y el modo de remediarlo, tomar en cuenta algunas recomendaciones mencionadas antes para que podamos estar tranquilos a la hora de utilizar Internet (por cualquier motivo), y a su vez informar a otros usuarios que puedan desconocer estos riesgos.